“La fama puede ser veneno para ti... yo sueño con poder hacerme la compra. Se lo juro. Porque es algo real y normal” Rihanna

Todos sabemos los problemas que conlleva la fama de verdad, la fama que no se desvanece tras los 15 minutos warholianos, la fama a nivel mundial.

Bueno, lo cierto es que no, que no tenemos ni pajolera idea, pero sí tenemos una noción aproximada, ¿a que sí?

La fama genera problemas como que te pidan un selfie cada 13,7 segundos, que te persigan incansables legiones de paparazzi o que te acosen inagotables legiones de groupies (sí, llegado cierto punto esto último debe de salir del apartado Ventajas y entrar en el de Inconvenientes).

Esos son los problemas de la fama, ¿verdad?

Pues tampoco.

Los problemas de la fama son otros menos previsibles, oigámoslos de boca de sus protagonistas.

FamaLa actriz Rosamund Pike declaraba en 2015: “La fama es un inconveniente para ser actor. Mi oficio consiste en desaparecer, en ser otra persona. Al fin y al cabo, mi trabajo es engañar al público, hacerles creer que tú eres un personaje. Cuanto más conozcan de tu vida privada es objetivamente peor. Ser famosa puede acabar con tu oficio, con lo que quieres ser. Por otro lado, trabajas también para que se reconozca lo que haces. Puedes acabar loco, sin duda”. La cantante Rihanna en una entrevista en Vanity Fair: “La caída puede ser tremenda si crees estar muy por encima del suelo, lejos de la realidad, flotando en una burbuja protegida por la fama o el éxito. Eso da miedo, y es lo que más temo: que esa burbuja me trague. La fama puede ser veneno para ti… Yo sueño con poder hacerme la compra. Se lo juro. Porque es algo real y normal”.

Otro cantante, Eminem, declaró también algo parecido: “Cambiaría gran parte de mi fama por la oportunidad de ir a un centro comercial”.

En 2013 Megan Fox contaba en la edición americana de la revista Esquire: “Todos piensan que deberíamos cerrar la boca y dejar de quejarnos porque uno vive en una gran casa o conduce un Bentley. Así que tu vida debe de ser muy buena. De lo que la gente no se da cuenta es de que esa fama, haya sido como haya sido tu peor experiencia en el colegio, cuando estabas siendo acosado por diez chicos, esa fama es eso, pero a una escala global, cuando estás siendo acosado por millones de personas constantemente”.

Y un año después George Clooney explicaba en la edición inglesa de la misma revista Esquire: “No he paseado por Central Park desde hace 15 años. Me gustaría, ¿sabes? La verdad es que corres tan rápido como puedes hacia eso porque es todo lo que quieres. No simplemente la fama, sino lo que significa, representa trabajo, representa oportunidades. Y entonces llegas allí y es impactante cómo inmediatamente pasas a estar envuelto en ese mundo que es increíblemente restrictivo”.

Ahí están los riesgos de la fama, expuestos por algunos de los propios famosos.

Y curiosamente es bastante recurrente la queja de no poder hacer una vida normal, de no poder encontrar un equilibrio entre la fama y una vida como las personas corrientes.

Cabe la posibilidad de que entre los lectores de este artículo haya algún patrón de escudería de motociclismo.

Pues bien, si está usted ahí, tengo una idea que permitirá a un motociclista joven gozar de los privilegios de la fama pudiendo disfrutar a la vez de equilibrio para su vida personal y permitiéndole además a usted ganar mucho, mucho dinero extra (si ha sonreído usted al leer esto último, creo que vamos a entendernos).

La cuestión es realmente sencilla.

Empezamos eligiendo a un joven de unos 11 ó 12 años en el cual vea usted potencial para llegar a ser una figura mundial (digo “empezamos”, aunque esa elección debería realizarla usted, porque ya estaríamos juntos en esto, querido socio, permítame que lo llame así).

Y a partir de ese instante hacemos con él algo totalmente habitual en México, país en el que viví unos años.

El celebérrimo luchador Lizmark, murió hace poco más de un año, a los 66 años de edad, habiendo conservado la incógnita de su identidad hasta el día de su muerte

Allí existen los luchadores de lucha libre mexicana, de nombres tan sonoros como El Rayo de Jalisco, Tinieblas, Atlantis o Cavernario Galindo.

LuchadorLuchadores que llevan siempre puesta una máscara que les garantiza el anonimato pero que al mismo tiempo forma parte de su personalidad y contribuye a su fama. (Hay casos en que ni siquiera sus íntimos saben que son luchadores. Y uno celebérrimo, Lizmark, murió hace poco más de un año, a los 66 de edad, habiendo conservado el incógnito hasta el día de su muerte).

Ya vas cogiendo la idea, ¿verdad, querido socio? (permítame ya que te tutee).

Pues sí, hacemos que nuestra criatura lleve siempre puesto un casco con máscara incorporada y que le confiera una personalidad veloz.

(Por ejemplo, una máscara con alas del dios romano Mercurio, el mensajero de los dioses, hechas en color fuego).

Le ponemos un nombre que abunde en la noción de velocidad, tipo Misterio Veloz (no vamos a andarnos con sutilezas, que luego la gente se nos despista).

Y en toda aparición pública lleva siempre puesto el casco-máscara, de manera que nadie sepa nunca cuáles son sus facciones reales.

En los entrenamientos, en el podio, en entrevistas en platós, en presentaciones de eventos… ¿Ventajas para él?

Genera una fama inmediata en el circuito y en los medios, manteniendo el equilibrio en la vida real, porque como nadie va a saber quién es no va a tener que sufrir no poder ir a un centro comercial, no poder pasear por Central Park o no poder salir de casa sin ser perseguido por legiones de groupies (esto último mejor no se lo decimos a él).

¿Ventajas para nosotros? (que no nos engañemos, son las que más nos interesan, y si no es así es que me he equivocado de socio).

Creamos un personaje público cuya personalidad, por diferente y novedosa debido a la máscara que no se quita nunca, trascenderá pronto el ámbito del motociclismo.

Porque los medios de comunicación, ávidos de novedades, se harán eco rápidamente de su peculiar diferencia y contribuirán a convertirlo en una celebridad.

A partir de ese momento (y esto es muy importante), ya casi nos va a dar igual si su progresión como motociclista sigue avanzando hacia ser campeón mundial o simplemente se nos queda a medio camino. (No te asustes, querido socio, eso es lo que ocurrió con la tenista Kournikova, que no ganaba ni al parchís pero rentabilizó su imagen estupendamente, que es en realidad de lo que estamos hablando, ¿verdad?).

Y ya se trata sólo de ir oyendo sonar la caja registradora.

Podemos crear una línea de merchandising de cascos para niños pequeños, que querrán imitar y parecerse a ese personaje tan peculiar (los niños pequeños se pensarán que es como un superhéroe por lo de la máscara y no vamos a sacarlos de su error mientras sigan comprando). Suena la caja registradora.

Podemos hacer que participe en una campaña para la seguridad vial aprovechando su tirón diferencial y mediático. Suena la caja registradora.

Podemos realizar una subasta entre las marcas que fabrican cascos para asignar la fabricación del nuevo casco de Misterio Veloz. Suena la caja registradora.

Podemos meterlo en cualquier anuncio de productos de consumo, que pagan bien a los famosos, guarde o no relación un motociclista con el producto. (Si los del Tricicle hicieron anuncios para el yogur Danacol y son cómicos y no médicos, ¿por qué no va a poder hacerlos nuestra criatura? Otra cosa es cómo se comería el yogur en el spot si no puede quitarse nunca la máscara-casco, pero eso son minucias de las que no vamos a preocuparnos ahora). Suena la caja registradora.

Un nombre que abunde en la noción de velocidad -tipo “misterio veloz”-,

Y que en toda aparición pública lleve siempre el casco-máscara y nadie sabrá nunca cuáles son sus facciones reales…

Casco Misterio VelozAsí es este negocio.

Fácil, sencillo y enormemente rentable.

Cabe la posibilidad de que entre los lectores de este artículo no haya algún patrón de escudería de motociclismo, sino varios.

Varios que vean con clarividencia que esta es una oportunidad que no pueden dejar escapar.

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Y luego quedaré en persona con el primero que contacte para hablar de todo esto más en profundidad.

Yo acudiré con una máscara puesta.

Y puedes llamarme Misterio Generador de Rentabilidad.

 

Fuente foto Luchador: Licencia CC Attribution-Share Alike 3.0; Autor: ExtraTNA

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Javier Carro

Creativo publicitario con años de experiencia en España y México. Hablo de las motos y de los motoristas con la admiración de quien sabe que es un mundo que nunca ha podido realmente conocer. Porque solo una vez en mi vida, en Formentera un día de verano, llevé una moto… ¡Y conseguí no caerme!

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