No todo son satisfacciones en el Mundial, tampoco han faltado algunos chascos que no podemos olvidar.
La decepción es una constante en el universo, como la ley de la gravedad, que pese a lo que su nombre podría hacernos pensar, tampoco es tan grave. Otra decepción.
La experiencia nos va haciendo dudar de casi todas las certezas y te apuntala la de que al final, nada es tan bueno como uno espera que sea. Lo cierto es que no esperar nada, es una bendición.
La decepción es una cuestión de distancias. Si te falla alguien muy cercano, te duele más que si es alguien a quien a penas conoces. O si tu piloto favorito no hace más que perder carreras, te decepcionará más que si el que pierde es un piloto del que apenas has oído hablar. Lo mismo ocurre si pruebas la moto con la que has estado soñando años y no te gusta, eso duele mucho más que si la que pruebas ni siquiera es una moto que te gusta.
Mi relación con las motos ha habido grandes decepciones, me compré una LML Star. Francamente sé de lo que hablo cuando digo que me he encontrado con la decepción cara a acara. Por eso he pensado que sería una buena idea dedicarle un número a la decepción. En éste número podrás leer artículos sobre los aspirantes a campeones que nunca pasaron de eso, las decepciones que nos ha ofrecido el mundial, y el motor Wankel, una de esas tecnologías que parecía que iban a arrasar y se quedaron en nada. Espero que no os decepcione.
Fuente foto destacada: Licencia CC Attribution-Share Alike 3.0 Autor:Si Griffiths