Mi terapeuta dice que tenemos que trabajar lo que parece ser un bloqueo psicológico. Desde la lectura del testamento de mi tío soy absolutamente incapaz de tomar ninguna decisión.

Por pequeña y por estúpida que sea, ésta me resulta difícil y estresante. Su tesis apunta a un shock causado por estrés post traumático.

La verdad es que el chaiselongue de cuero queda bien en este despacho Eduardiano. Me siento cómodo mirando los angelitos de las molduras del techo, pero la mirada del tío del cuadro de la pared me intimida. ¡Sí, sí, Señor-del-cuadro –de-la-pared! ¿No estoy del todo ok! Quizás por eso estoy aquí, ¿no? Prefiero mirar los diplomas de la otra pared.

Yo: Buenas tardes…
Doc: Buenas tardes. ¿Cómo ha ido la semana?
Yo: Bien, bien. Todo bien.
Doc: Bien. ¿Y bien?…
Yo: Bueno, creo que tengo abulia. Lo he mirado en internet. Reconozco los síntomas.
Doc: No lo creo. No busque usted nada en internet. Eso le generará más ansiedad.
Yo: Un paciente con abulia es incapaz de tomar decisiones de forma independiente. Justo lo que me pasa a mí. Creo que incluso podría tener fases agudas de crisis de mutismo acinético. Yo no lo descartaría del todo, doctor. El domingo detecté los síntomas otra vez. Creo que esto va a peor. No parece que haya mejorado nada en absoluto.

Doc: Hábleme del domingo, entonces.
Yo: Hubo calçotada (Calçotada: tradicion catalana q consiste en preparar pacientemente algo que luego te va a indigestar).
Doc: ¿Y?
Yo: En casa de mi tío. Ya sabe: de mi tío…
Doc: Aha. ¿y?
Yo: Hablamos del Procés.
Doc: Por supuesto. ¿Recuerda algo más?
Yo: No lo sé doctor. No le sabría decir con precisión. Fue todo confuso. Creo que el domingo estaba en plena crisis asténica. Tenía los síntomas, los busqué en internet.
Doc: Olvide internet, es importante que haga un esfuerzo. Estábamos con el domingo…

Yo: Bueno, la verdad que el Procés no me interesa demasiado y me aburrí en seguida de la conversación. Mis primos están muy metidos en el tema y discuten constantemente, ¿sabe? Pero yo no. A mí me da bastante igual. Así que abandoné la conversación y bajé al garaje. Al encender la luz vi los dos bultos cubiertos con una lona. No los destapé y subí otra vez con mis primos. Tenía sudor frío y ansiedad. Ese garaje me da ansiedad. Sólo recordar el olor a humedad y a gasolina me seca la garganta.
Doc: En la mesita tiene agua. ¿Qué hay en ese garaje?

Yo: Dos motos tapadas con una lona. Siendo argentino quizás no lo sabe aún, pero si no quiere generar verdadero mal rollo en una calçotada con sus amigos catalanes, hay dos temas sobre los que mejor no debe opinar demasiado: el Procés y las motos de campo. Evite el primero si no quiere acabar en una conversación en la que todos parecen letrados del constitucional y el segundo porque inexorablemente llegará el momento de la pregunta maldita…
Doc: Llevo 35 años en Barcelona y nadie me habló nunca acerca de una “pregunta maldita…”
Yo: Mire, todo el mundo sabe que el Barça es mejor que El Espanyol. A los culés les aburre la comparación y los pericos ni siquiera lo discuten. Todos comemos hamburguesas, pero, seamos serios, ni se acercan a la butifarra a la brasa. Eso son comparaciones muy sencillas, doctor…

Pero estamos hablando de dilema que activa la espoleta de una bomba armada con décadas de pasiones enfrentadas. Un verdadero cisma que ha enfrentado a generaciones de primos en las comarcas catalanas. Desde Osona hasta La Cerdanya pasando por L’Anoia. Es un enigma sin resolver que nos hace revivir un nostálgico recuerdo colectivo de aquella época dorada del motociclismo en el que las motos made in Barcelona eran campeonas del mundo. Por eso, cuando sale el tema, ¡la dichosa pregunta!, se pasa de la discusión encendida a una catártica depresión colectiva muy al estilo catalán… Un bajón, vamos.
Doc: ¿Y cuál es la pregunta? Hábleme de “la pregunta”.

Yo: ¿Papá o mamá? ¿Sammy Miller o Pere Pí? ¿Lo entiende? ¿Lo entiende?
Doc: No debe alterarse. Beba un poco de agua.
Yo: La pregunta. ¡Ah! La pregunta: Don Paco Bultó y Pere Permanyer fundaron Montesa. Eran socios y se llevaban muy bien. Uno era el ingeniero y el otro el financiero. Sus modelos “brio” ganaban en tooodas las carreras. Correrlas era fundamental para el desarrollo tecnológico de las motos. Pero a finales de los cincuenta del pasado siglo pasado llegaron las dificultades y Pere Permanyer, el financiero, se vio obligado a no invertir en la competición. Eso no le gustó al ingeniero, Paco Bultó, quién, arropado por sus mecánicos incondicionales, fundó Bultaco. Lo que sería la competencia eterna de Montesa.

Doc: No lo podríamos considerar como un trastorno oposicionista desafiante. Siga, por favor. Hábleme de “la pregunta”.

Yo: Después de la Brío llegó la Impala. ¡Ah la Impala! Aún hoy circulan…Bueno, pues pilotar una Impala deja sensaciones un tanto anodinas ¿sabe doctor? Porque no aporta esa emoción que te concede el hecho inevitable de que la Metralla gripa y clava. La Metralla es una Bultaco, doctor. Conducir una Metralla con la mano en el embrague para cuando gripe, y no saber en qué curva te vas a pegar la leche… Pues qué quiere que le diga… Eso una Impala no lo transmite. Pero sí. Es más bonita. Su diseño es insuperable. Aunque la Metralla está ahora mucho más valorada en el mercado. Si la busca en internet verá que vale un ojo de la cara.

Doc: Internet otra vez…Hábleme de papá y mamá, de Sammy Miller y Pere Pí… De “la pregunta”.

Yo: En los años sesenta se puso de moda el trial en Inglaterra y resulta que las mejores motos eran las españolas. De dos tiempos, potentes, ágiles y ligeras. Cuando Oriol Puig Bultó se presentó en los Scottish Six Day Trials con una Bultaco Sherpa T, el mundo entero se quedó pasmado. Hold on mate. Are the bloody spaniards winning?!
Doc: ¿es esa “la pregunta”?
Yo: Sammy Miller, el campeón del año pasado, viajó a Barcelona y firmó un contrato con la pequeña marca de Barcelona. Pere Pí, nacido en Lliçà de Munt, era el pentacampeón de España de motocross. También fue un pionero del trial y era el piloto oficial de Montesa a lomos de la ágil Cota 247. Entre los dos lo ganaron todo, pero que T-O-D-O, , en el trial de los setenta. Bultaco-Montesa, Sherpa-Cota, Cota-Sherpa.
Doc: Papá y mamá…

Yo: Es una elección imposible. ¿Lo entiende ahora?

Doc: ¿Se refiere a “la pregunta”?
Yo: ¿Sabe qué me dejó en herencia mi tío?
Doc: ¿Dos motos?
Yo: Debajo de la lona hay dos motos, sí. Pero mi tío, muy catalán él, quiso que sólo heredara una. Pero no especificó cuál.
Doc: ¿Bultaco o Montesa?
¿Sabe que la Sherpa tiene el récord de altitud de escalada en moto desde 1973? ¡Llegó hasta los 5156 metros en pleno Himalaya!… ¿Sabe que la Cota 247 se encuentra expuesta en el museo del diseño de Barcelona junto a otras obras maestras de Leopoldo Milà? ¡Esa pieza roja de fibra de vidrio que une depósito y sillín volvió loco al mismísimo Phillip Stark! Él mismo tiene una Cota 247 del 71. ¿No lo ve? ¡Es una elección imposible!
Doc: ¿Sherpa o Cota?
Yo: Creo que tengo abulia, doctor…

Fuente foto Destacada: Licencia CC Attribution-Share Alike 2.0; Autor: mst7022
Fuente foto Bultaco Sherpa T: Licencia CC Attribution-Share Alike 4.0 International; Autor: Peprovira
Fuente foto Bultaco: Licencia CC Attribution-Share Alike 2.0; Autor: mst7022
Fuente foto Oriol Puig Bultó: Licencia CC Attribution-Share Alike 4.0 International; Autor: Peprovira
Fuente foto Montesa: Licencia CC Attribution-Share Alike 2.0; Autor: Jose Luis Cernadas Iglesias
Fuente foto Retrato de Pere Permanyer i Puigjaner: Licencia CC Attribution-Share Alike 4.0 International; Autor: Desconocido
Fuente foto Bultaco Blue 350 cc. 1979: Licencia CC Attribution-Share Alike 2.0; Autor: Uberto

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Carlos De Javier

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