– Hey Bud! ¿quieres un trabajo?

– Hola Steve. Claro que quiero un trabajo!

– ¿Tienes un traje decente?

– Sí, uno.

– Bueno, póntelo y compra un billete para Múnich. Te voy a presentar a John (Sturges), el director…

 

Steve McQueen
Steve McQueen

Steve McQueen y Bud Ekins eran amigos desde que coincidieron en un reformatorio para chicos conflictivos en Hollywood. Ambos compartían una declarada pasión por la velocidad y sobre todo, por las motos. Cualquier domingo te los podías encontrar en una carrera en pleno desierto del Mohave. “Correr es mi vida, todo lo de antes y después es simplemente esperar…” aseguraba McQueen en una entrevista en el Tonight Show de Johnny Carson. En más de una ocasión había dicho abiertamente que no sabía si era un actor que pilotaba o un piloto que actuaba y que había considerado seriamente abandonar los platós de rodaje para dedicarse profesionalmente a las carreras. En 1964 participó en el equipo americano, por invitación expresa de Ekins, en los International Six Days Trials.

 

No acabó la carrera, pero hizo un buen papel. James Garner, amigo cercano y vecino de McQueen reconocía “Si hay alguien que llenó la cabezota de Steve de gasolina… Bueno, ese fue Bud Ekins”.

Steve McQueen había encontrado por fin el guion que le iba como anillo al dedo. Una película de guerra dirigida por John Sturges, con quién había trabajado en Los siete magníficos, sobre la evasión en masa del Stalag Luft III, un campo de prisioneros de guerra de máxima seguridad durante la segunda guerra mundial. La película tenía un presupuesto millonario y un reparto estelar encabezado por Richard Atemborough, James Garner, Charles Bronson, James Coburn y Donald Pleasance. Steve McQueen interpretaría al capitán de la USAAF Virgil Hilts. Un piloto que había intentado varias fugas anteriormente y siempre acababa encerrado en la “nevera”, una celda especial de aislamiento, por lo que era conocido entre los prisioneros como the cooler king (el rey de la nevera).

Virgil Hilts era el personaje perfecto para Steve McQueen. El anti héroe cercano, el boy next door que es en realidad un auténtico héroe de guerra. Pero McQueen, descontento con sus escenas de acción, escribió una larga secuencia de 10 minutos en la que se escapaba de los nazis con una moto BMW R-75 de la Wehrmacht.

“Steve sabía llevar motos, vaya si sabía!. Era muy rápido. Quizás por eso a los abogados de la Metro Goldwyn Mayer no les hacía ninguna gracia esa larga escena en moto…” dice Bud en una entrevista en 1993. “Me llamó desde el rodaje en Alemania, y me explicó lo que quería hacer. Le dije que una BMW R 75 era demasiado pesada para hacer todo eso y le dije que se podría hacer con una Triumph TR6”.

En 1964 participó en el equipo americano, por invitación expresa de Ekins, en los International Six Days Trials. No acabó la carrera, pero hizo un buen papel. 

UN SALTO A LA FAMA Six Days International
Six Days International

“Me llamó desde el rodaje en Alemania, y me explicó lo que quería hacer. Le dije que una BMW r 75 era demasiado pesada para hacer todo eso y le dije que se podría hacer con una Triumph tr6”

No hubo manera legal de que Steve McQueen rodara las escenas de máximo riesgo, aunque él insistió hasta el final. Los abogados le dejaron conducir la moto cuando no había peligro para su persona e impusieron la contratación de un doble especialista para los momentos complicados. Temiendo que McQueen no cumpliera el contrato amenazaron con sustituirle por George Peppard (hubiera sido un error terrible). McQueen llamó a su amigo Bud Ekins quién sólo tuvo que ser teñido de rubio para ser un Steve McQueen perfecto.

BMW R 75
BMW R 75

“Señor Ekins, usted podría hacer cualquier escena con una moto. ¿No es cierto?” preguntó John Sturges mientras McQueen aseveraba con la cabeza. “Con una Triumph, sí. Yo mismo la puedo preparar para que salga todo perfecto…” aseguró. “Excelente! ¿Si tuviéramos una valla, podría saltarla?” Sturges estaba entusiasmado. “Sí” contestó Bud “ Yo pensaba que se trataba de una pequeña valla. Pero no era así…” dice sonriendo. “De repente me vi volando con la moto a más de 6 metros de altura. Había un silencio sepulcral que se me hizo eterno. Todo el equipo de rodaje, más de cien personas, no podía creer lo que estaba viendo. Y yo pensé: “OK, hoy es cuando te matas. Entonces la moto se me caló y creí estar flotando hacia las puertas del Cielo”

 

UN SALTO A LA FAMA 4 John Sturges
Dave Ekins, John Steen, Steve McQueen, Clifford Coleman, Bud Ekins

Bud aterrizó casi veinte metros después con una pirueta perfecta digna del mismísimo Evel Knievel. No se cayó y consiguieron rodar la escena con la primera toma. Cuando Sturges gritó “¡corten!” todo el mundo sabía que tenían algo que sin duda ya formaba parte de la historia del cine con mayúsculas. Como la escena final de Casablanca o la de la falda blanca de Marilyn en La tentación vive arriba. Cuando Johnny Carson intentó, durante una entrevista promocional de La gran evasión, felicitar a Steve McQueen por la proeza en la moto, éste contestó sin ningún reparo “No salté yo, lo hizo Bud Ekins”. Pero el cine bélico por fin tenía su momento icónico y su protagonista saltó a la fama mundial como el anti héroe tranquilo, el rebelde con estilo, el seductor incorregible que vive su vida a doscientos por hora, el hombre que, en definitiva, todos hemos querido ser en algún momento. Steve McQueen.

 

Peter Starr, productor de cine, editor de Motorcycle Classic y amigo personal de Bud Ekins dijo tras su muerte en 2007 “He escuchado demasiadas veces que Bud era el doble especialista de Steve McQueen. Bueno, yo creo más bien que Steve era el doble actor de Bud. Steve aprendió mucho de Bud. Él era realmente The King of cool.”

 

Fuente foto Destacada: Licencia CC Attribution-Share Alike 4.0 International; Autor: Portlandjim
Fuente foto Six Days International: Licencia CC Attribution-Share Alike 4.0 International; Autor: KTM AG
Fuente foto BMW R 75: Licencia CC Attribution-Share Alike 4.0 International; Autor: Jacek79
Fuente foto Grupo: Licencia CC Attribution-Share Alike 4.0 International; Autor: Erekkudla

 

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Carlos De Javier

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