El talento no siempre es suficiente. Los caprichos del destino pueden ser tan poderosos como para acabar con prometedoras carreras deportivas.

señal-tráficoResuena como un mantra en el podio de los circuitos, en las ruedas de prensa, en las portadas de los periódicos. “Es un sueño hecho realidad”. “Desde niño soñaba con este día”. “He soñado toda mi vida con este momento”. La gloria del éxito otorga sentido a la existencia de los pilotos, de los deportistas, a su búsqueda incesante de la excelencia del triunfo. Sin embargo, muchos son los llamados y pocos los elegidos, el talento de los ganadores es tan escaso como valioso e incluso disfrutar de él no supone una garantía absoluta de alcanzar las ambiciones que se plantean.

 

De hecho, demasiados son los que han visto esfumarse en ese largo y tortuoso camino sus ilusiones, esos sueños de los que todos hablan pero sólo algunos saborean. Pilotos de talento inconmensurable, de potencial reconocido de forma unánime, con los medios necesarios y un tesón inquebrantable. El destino, a menudo cruel y siempre imprevisible, tenía otros planes para algunos de estos campeones en barbecho que nunca llegaron a materializar sus deseos por motivos de lo más variados. Éstos son sólo algunos ejemplos ilustres de que no siempre los sueños se hacen realidad.

Santiago Herrero

SantiagoHererroPocos pilotos representan como Santiago Herrero (Madrid, 1943) el triunfo de la tragedia sobre la gloria. El mismísimo Ángel Nieto, coetáneo en los grandes premios, reconoce que el talento de este valiente piloto hubiera merecido una recompensa bien distinta a la que obtuvo, su fallecimiento en la fatídica Isla de Man cuando peleaba por convertirse en el primer campeón del mundo español de 250cc en 1970, un año después de que el propio Nieto lo hubiera conseguido en 50cc. Al manillar de una moto también nacional, la legendaria Ossa monocasco, convenció a los seguidores de este deporte en todo el planeta de que los españoles podían ser también rápidos en máquinas de mayor cilindrada. En aquella temporada del 70 todo parecía de cara para conseguir su sueño, pero en la milla 13 de ese circuito interminable colisionó con Stanley Wood y no pudo superar las consecuencias de aquella terrible caída. Ossa abandonó la competición y el motociclismo español tuvo que esperar hasta 1988 para que Sito Pons conquistara ese título de “dos y medio” que el destino arrebató a Herrero sin piedad.

 

Juan Garriga

Juan_Garriga_1989_Japanese_GPEn los circuitos y en la vida. Nada terminó siendo para Juan Garriga (Barcelona, 1963) como había soñado. Su talento pudo convertirle en campeón del mundo de 250cc pero tuvo que ceder ante un rival correoso como Sito Pons y, sobre todo, una Honda claramente superior a su Yamaha. Se esfumó así una oportunidad que pudo cambiar su destino. Después probó fortuna con aquellas poderosas 500cc de dos tiempos cuando aún no era el momento de los españoles en la categoría reina e incluso en el Mundial de Superbikes. Todo se le torcía como víctima de una maldición y su vida personal entró en una espiral que le empujó a un abismo que no merecía. Carreras y podios dieron paso a delitos y drogas; su corazón sufría y dos infartos estuvieron a punto de costarle la vida, aunque finalmente fue un accidente de tráfico en moto el que lo hizo en agosto de 2015.

Kurt Caselli

RallyDakar2013Muchos veían a este californiano como la nueva estrella de los grandes raids desérticos. KTM, la marca dominadora de la especialidad, preparaba a Kurt Caselli (Palmdale, 1983) para tomar el relevo de sus estrellas en la disciplina, el sucesor natural de Marc Coma. Era rápido, fuerte y carismático, sólo le faltaba esa experiencia que poco a poco estaba adquiriendo en pruebas internacionales, incluyendo su primer y único Dakar en 2013. Sin embargo, el 15 de noviembre de ese mismo año, sufrió un accidente mortal mientras disputaba la Baja 1000, al chocar a alta velocidad contra un animal que se interpuso en la trayectoria de su moto.

 

Falleció en el mismo lugar de la caída sin que las asistencias pudieran hacer nada por mantener con vida a un piloto que parecía llamado a ser un nombre importante del Dakar.

Charly Giro

logo-ossaHijo de Eduardo, un reputado ingeniero de competición que precisamente creó la Ossa con la que se mató Santi Herrero, Carlos Giró (Barcelona, 1971) llegó al Mundial de 125cc con la ambición y las maneras de los grandes campeones. En una época en la que la precocidad de los pilotos no era tan habitual como en la actualidad, su debut en los grandes premios en 1991 no pasó desapercibido para nadie. Demostró su calidad con una JJ Cobas y al año siguiente con Aprilia llegaron sus primeros podios; hubo quien le consideró el heredero de Álex Crivillé y la marca italiana que le había fichado depositó en “Charly” esperanzas que entonces se antojaban más que fundadas. La realidad es que nunca llegó a ganar un gran premio, no logró digerir el desafío que debía asumir y se hundió anímicamente, superado por los acontecimientos, hasta verse obligado a abandonar la competición cuando parecía que todo estaba de su lado para convertirse en uno de los nombres destacados del motociclismo español de la década de los 90.

John Cocinski

John_Kocinski_1990_Japanese_GPSe puede llevar al terreno de la frustración a un piloto con un título mundial de 250cc y 13 victorias en grandes premios? Pues seguramente sí cuando su palmarés se relaciona con las expectativas que el talento de John Kocinski suscitó en la década de los 90. La nueva estrella estadounidense de los grandes premios sólo podía ver cumplidos sus sueños con una corona de 500cc que nunca logró y la que le arrebató de “dos y medio” a Carlos Cardús en aquella inolvidable carrera de Australia 1990 no puede ser considerada sino un consuelo menor para un piloto con su proyección.

 

Kocinski (Little Rock, Arkansas, 1968) era un tipo insolente, rebelde y luchador, llamado a unirse a leyendas como Kenny Roberts, Eddie Lawson o Wayne Rainey pero que fue incapaz de concretar el salto a la categoría reina hasta retirarse en 1994 al mismo tiempo que lo hacía su marca de entonces, la italiana Cagiva.

Isidre Esteve

Isidre_EsteveSu sueño era también de cinco letras: Dakar. Isidre Esteve (Seo de Urgel, Lérida, 1972) había destacado como piloto de enduro y su experiencia era ya suficiente para probar fortuna en la prueba desértica por antonomasia. Se encontraba en su mejor momento en 2006, cuando pudo disputarle la victoria al mismísimo Marc Coma y estaba empeñado en seguir persiguiendo esa ambición de ganar un raid que le había robado el corazón. Se preparaba para ello cuando el 24 de marzo de 2007 la tragedia se cruzó en su camino: sufrió una caída en la Baja Almanzora (prueba puntuable para el Nacional de la especialidad) y desde entonces quedó postrado en una silla de ruedas por la fractura de dos vértebras. Hoy sigue peleando por demostrar que no conoce el significado de la derrota y los coches son su desafío.

 

Fuente foto Juan Garriga: Licencia CC Attribution-Share Alike 3.0; Autor: Rikita
Fuente foto John Kocinski: Licencia CC Attribution-Share Alike 3.0; Autor: Rikita
Fuente foto Isidre Esteve: Licencia CC Attribution-Share Alike 3.0; Autor: Xavigivax
Fuente foto Kurt Caselli: Licencia CC Attribution-Share Alike 2.0; Autor: Rainbowasi

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Raul Romojaro

Treinta años vinculado al periodismo del motor, escribiendo desde su pasión por coches y motos. Y diez de ellos, en los grandes premios contándolo desde AS.

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