Según Bruce Chatwin, los aborígenes australianos crearon el mundo en el tiempo de las ensoñaciones.

Detail_Sylvester_H_RoperLos andariegos caminaban desnudos y descalzos, por todo el continente mientras cantaban todas y cada una las cosas. Paso a paso y canción a canción, crearon el mundo tal y como lo habían soñado. De alguna manera, nosotros también nos hemos creado a nosotros mismos paso a paso, soñando. Quiero decir que quizás eso que llamamos progreso no es más que una idea creada a partir de la consecución de muchos de sueños particulares.

Si el pobre Sylvester H. Roper levantara la cabeza vería el suyo cumplido, pero desgraciadamente para él, no vivió para verlo.

Sylvester Roper era un visionario ingeniero autodidacta con una larga lista de patentes, pero la que más nos importa fue la que nunca llegó a perfeccionar, lo que para muchos ha sido la primera motocicleta moderna.

En plena expansión de la revolución industrial, Roper imaginó modernas ciudades en las que sus habitantes se desplazaban en ingenios autopropulsados con calderas a vapor. Consiguió construir un carro de cuatro ruedas que funcionaba básicamente como una locomotora de ferrocarril y que llegó a circular de manera regular por todas las ferias de Massachusets al finalizar la guerra civil americana. No contento con eso, empezó a trabajar en una especie de sustituto del caballo: el velocípedo a vapor o lo que sería la génesis de la primera moto tal y como la conocemos ahora pero, eso sí, con un nombre muy poco vendedor.

Wihelm & Daimler
Wilhelm Maybach y Gottlieb Daimler

Pero Roper no era el único con esa visión ya que en el mismo momento, tanto en Alemania como en Francia, también le estaban dando vueltas a la misma idea y aún hoy, los historiadores y expertos todavía no se han puesto de acuerdo acerca de quién construyó la primera motocicleta.

Según L. J. K. Setright, la manera más sencilla de definir una moto es “una bicicleta propulsada por un motor de calor” y como las diferentes patentes de los franceses Michaux- Perrault y Sylvester Roper fueron registradas durante 1867 y 1869, se puede decir que hubo un empate técnico. La verdad es que el francés no es tan visionario como el americano.

Los dos modelos de motos a vapor son rechazados como las primeras motos por otros expertos como Kevin Cameron, editor de la revista Cycle World, ya que según él, la definición de motocicleta debe ser más precisa y argumenta que sólo lo es cuando está propulsada por un motor de combustión interna a gasolina o que la primera motocicleta debe basarse en la misma tecnología que luego se usó para producirlas en masa y no una vía muerta como los motores a vapor. Por eso le otorgan la gloria al Reitwagen construido en 1885 por los alemanes Daimler-Maybach con motor a gasolina, aunque éste sea un cacharro de madera con ruedas de hierro “rompe huesos” y ruedecitas estabilizadoras de aspecto bastante arcaico si la comparamos con el modelo de Roper basado en un chasis de tubo y ruedas de goma.

Sylvester_Roper
Carro de vapor de Sylvester Roper

Tras el periodo de experimentación con el vapor y diferentes modelos de motores de combustión interna aparece en 1894 en Alemania lo que definitivamente disuelve la cuestión sobre cuál es el origen de la moto moderna. Hildebrand y Wolfmüller consiguieron construir en masa y vender una moto de 1489 cc con motor de gasolina de cuatro tiempos refrigerado por agua.
Roper, sin embargo, logró demostrar que su bici a vapor era un invento viable y el 1 de junio de 1896 se le vio correr durante largo rato en el Velódromo del Charles River en Boston a más de 60km/h batiendo todos los récords de los ciclistas de la época. Ese mismo día se desplomó del sillín y cayó al suelo muerto. La fatal caída no fue causada por ningún fallo mecánico pues la bicicleta, expuesta ahora en el Smithsonian Institution, aún funciona.

 

Los médicos forenses apenas encontraron un rasguño en su pómulo y determinaron que la muerte fue causada por un fallo cardíaco. No pudo patentar las grandes innovaciones de su velocípedo y la Historia le ha negado la gloria de ser el primero en construir una moto moderna aunque fuera a vapor pero bueno, Sr. Roper, su sueño se ha convertido, desde hace tiempo, en el sueño de muchos así que duerma usted tranquilo.

 

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Carlos De Javier

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