Theresa Wallach: Que levante la mano quien haya escuchado ya esa historia.
Adeline: Theresa, una historia en la que la policía te detiene por llevar pantalones conduciendo una moto, es una buena historia.
Theresa Wallach: Querida, una historia en la que te detienen por conducir SIN pantalones, sí que es una buena historia.
Fay: No te pases Sally, en aquellos años ser una mujer y conducir motos no era fácil. Cada una de nosotras ha cambiado la historia del motociclismo, y te recuerdo que gracias a mí, has podido subirte a un podio.
Della: ¿No lo habíamos dejado claro a última vez que nos reunimos?
Fay: Sí, quedamos que si no hubiera sido por mí, no habríamos llegado a esto: una chica corriendo el mundial de Moto2.
Augusta: Hablar contigo es insufrible. Es como que te toque siempre el que se cree que el reposabrazos del tren es suyo.
Carmen Viñals: Chicas, va a empezar.
Fay: Yo a esa reunión no fui, porque no recuerdo que recorrer 9000 km en una Harley con un perro en el side sea para darte el título.
Augusta: A menos que sea en 1915 y seas la primera mujer en hacer un viaje como ése. Tiene mérito hasta para un hombre.
Fay: ¿Las cosas tienen más mérito por hacerlas una mujer?
Augusta: Hoy no, cariño, pero a principios del siglo XX, sí lo tenía.
Fay: Yo no digo que cruzar África en 1927, unos mil años antes de que se inventara el París Dakar no tenga mérito, pero la única que ha ganado una carrera compitiendo contra hombres fui yo.
Las hermanas Debenham
[/bt_text][/bt_column][/bt_row][bt_row][bt_column width=»1/1″][bt_hr top_spaced=»topMediumSpaced» bottom_spaced=»not-spaced» transparent_border=»noBorder» el_class=»» el_style=»»][/bt_hr][/bt_column][/bt_row][bt_row][bt_column width=»1/2″][bt_text]Augusta: Fay eso no consta en ningún lugar.
Theresa: Porque me disfracé de hombre y se dieron cuenta.
Augusta: ¡A quién se le ocurre!
Theresa: A alguien que sabe que no puede ganar a los hombres en los despachos.
Della: ¿En serio? Por primera vez en la historia una mujer va a competir en el mundial de Moto2 ¿y tienes que ser tu la protagonista?
Carmen: A veces me pregunto qué van a decir las futuras generaciones sobre nosotras.
Sally: Que fui la primera mujer en conseguir el carnet de conducir. Eso es importante.
Theresa: Por Dios, Sally, eres tan insufrible como una aspiradora con un cable ridículamente corto. Además, no se necesita permiso de circulación para competir. Lorenzo ya
era campeón del mundo varias veces cuando fue a hacer el examen.
Dot: De mí dirán que fui la primera en acceder al Salón de la Fama de la American Motorcyclist Association.
Sally: ¿En serio Dot? ¿En serio? Crees que posar para unas fotos porque eres guapa es lo mismo que hacer historia?
Dot: Ciertamente. Una bonita figura y ser capaz de dar más cera que muchos hombres.
Theresa: Bessie, por favor, ponme un whisky a mí también. Es casi la hora. ¿Cómo habéis dicho que se llama esta chica?
Bessie: Elena Rosell.
Bettie: Me imagino las portadas de los periódicos de mañana. “El debut de la primera piloto española en el Mundial de Velocidad: Elena Rosell “
Sally Halterman, la primera mujer en conseguir el permiso de conducir motos, en el año 1937.
[/bt_text][/bt_column][/bt_row][bt_row][bt_column width=»1/1″][bt_hr top_spaced=»topMediumSpaced» bottom_spaced=»not-spaced» transparent_border=»noBorder» el_class=»» el_style=»»][/bt_hr][/bt_column][/bt_row][bt_row][bt_column width=»1/2″][bt_text]Sally: Antes o después lo hubiéramos conseguido de todos modos, y lo sabes.
Theresa: Seguro que sí, pero alguien tenía que empezar, y fui yo.
Carmen: Eh, que yo he sido la primera mujer española en participar en una competición de dirt track. A mí me recuerdan por eso.
Theresa: Claro, querida, claro.
Adeline: Sally, reconócelo, si los hechos no se hubieran documentado nadie sabría quién eres. Betty y Nancy eran las únicas que escribían en Cars and motor-cycles y hablaban de nosotras. Si no hubiera sido por ellas, nadie hubiera escrito sobre nuestros éxitos.
Bessie: Un brindis por el éxito.
En realidad no importa quién fue esponsable de que Elena Rosell, fuera la primera mujer en participar en una carrera de Moto2 en el 2011, lo fueron todas, y así me las imagino, eunidas viendo los entrenos de la carrera de Moto2. Sentadas entre nubes, orgullosas de u pasado, de llevar el nombre que llevan y de er ecordadas como las que comenzaron el camino del éxito de las mujeres en el motociclismo.
Sally Halterman fue la primera mujer con permiso de conducir motos, en el año 1937.
Avis y Effie Hotchkiss, madre e hija, se subieron en 1915 a una Harley Davidson 11F con sidecar para recorrer de costa a costa los Estados Unidos.
Della Crewe se compró una Harley Davidson con la que recorrió casi 9.000 km por varios estados de EE.UU. en compañía de su perro.
Augusta y Adeline van Buren viajaron durante dos meses de Nueva York a Los Ángeles a lomos de sendas Indian Powerplus, llegaron a ser detenidas por llevar pantalones.
Fay Taylour, conocida como “Queen of the speedway” y “Dirt track queen”, consiguió que le permitieran participar en carreras de motos.
Las hermanas Nancy y Betty Debenham participaban en pruebas y tenían en 1927 su propia columna en la publicación Cars and motor-cycles.
Bessie Stringfield, la primera mujer afroamericana que se
subió a una moto. En los años 50 fundó el Iron Horse Motorcycle Club. En 1953 ganó una carrera disfrazada de hombre, pero le denegaron el premio al descubrir que era mujer.
Dorothy Robinson luchó por el derecho a participar en carreras de motos. Consiguió grandes logros gracias a lo que accedió al Salón de la Fama de la American Motorcyclist Association.
Theresa Wallach y Florence Blenkiron se lanzaron a recorrer África de norte a sur. Fueron las primeras mujeres que recorrieron el continente en moto.
Carmen Viñals fue la primera mujer española en participar en una competición de Dirt Track.
Fuente foto las hermanas Debenham: Licencia CC Attribution-Share Alike 2.0; Autor: Craig Howell
Fuente foto las Sally Halterman: Licencia CC Attribution-Share Alike 2.0; Autor: Chuck Coker
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