Dijo la propietaria de la granja “pero no encontró nada. Entonces me preguntó si podía echar un vistazo en el garaje. Yo no tenía ni un centavo y le dije que sí. Que si le gustaba algo podríamos hablar”. El hombre inspeccionó los coches sin demasiado interés cuando, en el fondo del cobertizo, vio un bulto tapado con un vieja lona llena de polvo que le intrigó mucho. Lo destapó y descubrió una oxidada Harley Davidson KH del 56 en muy mal estado. “Perteneció a mi marido, el pobre Joe. Yo no conduzco motos, así que hace más de 40 años que duerme ahí. Ni siquiera sé si funciona, pero seguro que me hubiera costado una fortuna repararla”. El hombre le ofreció un par de cientos de dólares por ella y la compró. “Me pagó en billetes pequeños y subió la moto a su
[/bt_text][/bt_column][bt_column width=»1/2″][bt_text]furgoneta. Nunca más le volví a ver.”
Se fabricaron pocas unidades del modelo KH Panhead de Harley, porque fue sustituida en seguida por el famoso y exitoso modelo XL 883 Sporster con el potente motor Shovel de 4 valvulas. Las pocas KH que quedan son una reliquia así que nuestro hombre resolvió restaurarla para llevarla a subasta y ganar un buen puñado de dólares. Se puso en contacto con el concesionario local de Harley en Carolina de Norte para conseguir las piezas originales necesarias. Le fueron pasando de sección en sección haciéndole preguntas cada vez más concretas “¿es blanca y rojo pepper? ¿los neumáticos son Firestone?¿El sillín tiene ribete blanco?” Y así hasta hartar.
[/bt_text][/bt_column][/bt_row][bt_row][bt_column width=»1/1″][bt_text][/bt_text][/bt_column][/bt_row][bt_row][bt_column width=»1/1″][bt_hr top_spaced=»topMediumSpaced» bottom_spaced=»not-spaced» transparent_border=»noBorder» el_class=»» el_style=»»][/bt_hr][/bt_column][/bt_row][bt_row][bt_column width=»1/1″ align=»center» vertical_align=»inherit» border=»no_border» cell_padding=»default» animation=»no_animation» highlight=»no_highlight» background_color=»» transparent=»» inner_background_color=»» background_image=»» el_class=»» el_style=»»][bt_image image=»7358″ caption_text=»» caption_title=»» show_titles=»no» size=»full» shape=»square» hover_type=»btDefaultHoverType» url=»» target=»_self» el_class=»» el_style=»»][/bt_image][/bt_column][/bt_row][bt_row][bt_column width=»1/1″][bt_hr top_spaced=»topMediumSpaced» bottom_spaced=»not-spaced» transparent_border=»noBorder» el_class=»» el_style=»»][/bt_hr][/bt_column][/bt_row][bt_row][bt_column width=»1/2″][bt_text]“Cada día recibo una llamada de alguien que tiene una vieja Harley con una inscripción bajo el asiento. Por lo visto (…) Priscilla debió comprar la serie entera de Harley KH”
Al cabo de un par de días recibió una llamada del mismísimo presidente de Harley desde Milwakee “nuestro vendedor en Rockingham county nos facilitó su número, le ofrezco 1 millón de dólares por su moto, esté en el estado que esté” dijo por teléfono. La llamada le pareció una broma y, obviamente, colgó el teléfono. Justo al día siguiente recibió otra extraña llamada “Hola tío, me he enterado de lo de tu Harley”. Era Jay Leno, el famoso presentador del Tonight Show y entusiasta del motor. “Doblo el precio. Te doy 2 millones de dólares por ella”. “¿Qué?! ¿Qué es lo que hay tan especial en la chatarra vieja que he comprado?” contestó estupefacto sin ni siquiera estar seguro de no estar hablando con un imitador de la estrella de televisión. Todo era tan raro que volvió a colgar el teléfono. El hombre con la voz de Jay Leno volvió a llamar “¿Estás en un teléfono inalámbrico?” dijo con urgencia. “Sí, sí, claro” contestó inquieto. “Ok, pues ve al garaje y mira debajo del asiento”. El hombre de Leesburg hizo lo que le dijo y entonces vio la inscripción: “To Elvis, love Priscilla”. Casi se desmaya ahí mismo. Le había tocado la lotería. Dos semanas más tarde
[/bt_text][/bt_column][bt_column width=»1/2″][bt_text]se la vendió a Jay Leno por 2 millones de dólares.
“Cada día recibo una llamada de alguien que tiene una vieja Harley con una inscripción bajo el asiento. Por lo visto esa moto está un día en Maine y el siguiente en Oregón. Si es así, Priscilla debió comprar la serie entera de Harley KH” dijo Jay Leno en riguroso directo. “Amigos, yo no tengo esa moto. Además, yo colecciono coches y motos antiguas, no colecciono cosas de famosos”. Pero el hombre de Leesburg asegura que la voz que escuchó era la de Jay Leno y si no lo era, se le parecía mucho. ¿Dónde está la moto entonces? Si eliminamos al presentador, todas las pistas conducen hasta Milwakee. ¿Pagó Harley Davidson 4 millones de dólares tal y como la rumorología sugiere? Bueno, Nola Vander Meulen, relaciones públicas de la marca, lo niega. “En una subasta se llegaron a pagar más de 40 mil dólares por una American Express Gold caducada con la que Elvis hizo alguna compra. Si pagan ese dineral por algo que Elvis tocó con la mano, imagínate lo que se llegaría a pagar por algo que llevó entre sus piernas. No señor, Harley Davidson no está dispuesta a pagar tanto dinero por nada”.
[/bt_text][/bt_column][/bt_row][bt_row][bt_column width=»1/1″][bt_hr top_spaced=»topMediumSpaced» bottom_spaced=»not-spaced» transparent_border=»noBorder» el_class=»» el_style=»»][/bt_hr][/bt_column][/bt_row][bt_row][bt_column width=»1/2″ align=»center» vertical_align=»inherit» border=»no_border» cell_padding=»default» animation=»no_animation» highlight=»no_highlight» background_color=»» transparent=»» inner_background_color=»» background_image=»» el_class=»» el_style=»»][bt_image image=»7359″ caption_text=»» caption_title=»» show_titles=»no» size=»full» shape=»square» hover_type=»btDefaultHoverType» url=»» target=»_self» el_class=»» el_style=»»][/bt_image][/bt_column][bt_column width=»1/2″ align=»center» vertical_align=»inherit» border=»no_border» cell_padding=»default» animation=»no_animation» highlight=»no_highlight» background_color=»» transparent=»» inner_background_color=»» background_image=»» el_class=»» el_style=»»][bt_image image=»7360″ caption_text=»» caption_title=»» show_titles=»no» size=»full» shape=»square» hover_type=»btDefaultHoverType» url=»» target=»_self» el_class=»» el_style=»»][/bt_image][/bt_column][/bt_row][bt_row][bt_column width=»1/1″][bt_hr top_spaced=»topMediumSpaced» bottom_spaced=»not-spaced» transparent_border=»noBorder» el_class=»» el_style=»»][/bt_hr][/bt_column][/bt_row][bt_row][bt_column width=»1/2″][bt_text]La leyenda de la moto que Priscilla regaló a Elvis engordó desde 1971, cuando los mecánicos de Graceland, la mansión de Elvis en Memphis, la perdieron de vista de entre su vasta colección de vehículos. Desde entonces, excéntricos personajes la han visto o vendido a lo largo y ancho del país por ridículas cantidades de dinero. Un pastor de la Willmar Assembly of God en Minnesota pretendía subastar una Harley asegurando que era el regalo original de Priscilla, aunque ni siquiera era el modelo KH, por la absurda cantidad de cuatro millones de dólares. La subasta acabó con una redada policial y el reverendo en prisión.
Una dependiente de un Seven Eleven en el Elvis Presley Boulevard de Memphis asegura que Elvis aparece cada noche en su establecimiento a lomos de una Harley blanca y roja. “La aparca y se toma un sándwich de bacon y platano frito con mantequilla de cacahuete y una Coca-Cola XXL con mucho hielo y pajita”.
[/bt_text][/bt_column][bt_column width=»1/2″][bt_text]Ya, claro, luego se va tal y como ha venido, enfundado en cuero negro y su negro tupé al viento (curiosamente con la misma facha en la que reapareció en el 68 en su show especial de la NBC) conduciendo quizás hasta el Sands Casino en Las Vegas, donde también aseguran que desayuna cada día. Priscilla nunca arrojó mucha luz sobre la historia. Su silencio se hizo eterno en 1977 cuando Elvis explotó víctima del sobrepeso y el cóctel de pastillas con el que mantenía su reinado. Los fans del Rey del rock’n’roll rezaban para encontrar todas las respuestas sobre su ídolo pero ella nunca afirmó ni negó haberle regalado una KH con esa inscripción aunque lo que sí es público es que reconoció que quizás cuando más amó al mito era precisamente cuando dejaba de serlo. Subido en su moto a toda velocidad y ajeno a todo ese cuento de hadas que el coronel Parker le había construido y del que no podría escapar nunca jamás.
To Elvis, love, Carlos.
[/bt_text][/bt_column][/bt_row][bt_row][bt_column width=»1/1″][bt_hr top_spaced=»topMediumSpaced» bottom_spaced=»not-spaced» transparent_border=»noBorder» el_class=»» el_style=»»][/bt_hr][/bt_column][/bt_row][bt_row][bt_column width=»1/1″][bt_text]Fuente foto boda Elvis and Priscilla: Licencia CC Attribution-Share Alike 4.0 International; Autor: Arbresha12
[/bt_text][/bt_column][/bt_row][bt_row][bt_column width=»1/1″][bt_hr top_spaced=»topMediumSpaced» bottom_spaced=»not-spaced» transparent_border=»noBorder» el_class=»» el_style=»»][/bt_hr][/bt_column][/bt_row][bt_row][bt_column width=»1/1″][bt_text]
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